martes, 13 de octubre de 2009

Un Checkpoint entre Palestina e Israel. Toda una experiencia.

El checkpoint era similar a los que habíamos visto en Jerusalén, estaba vacío y no parecía demasiado controlado así que después de pasar yo por el torno decidí hacer una foto a Diego entrando. Pensé que sería un buen reclamo para nuestra audiencia cuando escribiéramos el blog.



Bueno, según hice la foto oímos por los altavoces: “No Pictures please, No Pictures”.
Al principio no sabíamos de donde venía, es un poco estilo Gran Hermano. Luego vimos a una chica al otro lado del detector de metales, eso sí, metida en una garita acristalada.
Por los altavoces nos indicó que pasásemos por el detector y dejásemos todas las mochilas al lado de su garita. Luego nos indicó que volviésemos a pasar sin nada. Nos pidió también los pasaportes (Primera vez). Eso si, todo de muy buen rollo.

Cogimos las mochilas y seguimos por el pasadizo hasta llegar a otra sala. En esta sala había dos barandillas preparadas para colas que llevaban a dos tornos. Estos tornos estaban los dos con una luz roja y bloqueados de forma que no podíamos pasar. No sabíamos por donde ir, así que empezamos a saludar al Gran Hermano que nos vigilaba. “Hello, Hello…”, enseguida, el Gran Hermano nos contestó con un “Come in, come in…”. Uno de los tornos se puso en luz verde y al cruzarlo, al otro lado, encontramos a otro policía. Nos pidió los pasaportes (Segunda vez) y luego el colega que estaba a su lado nos pidió que le mostrásemos todas las cámaras de fotos, video y teléfono que llevábamos. Pareció tener especial interés en la cámara de video de Diego. Una vez hecho esto, nos pidieron que pasásemos a la siguiente puerta.

Tras la puerta había una habitación de unos dos metros cuadrados con una ventana que daba a un policía y otras dos puertas. ¡Que nervios!, ¿Cual será la próxima puerta?. Este nuevo policía nos pidió de nuevo los pasaportes (Tercera vez) y nos ordenó que entrásemos por otra puerta y dejásemos allí todo el equipaje y las cámaras. Una vez hecho esto, volvimos la habitación de las tres puertas en la que nos tuvieron aproximadamente quince minutos esperando.

Las paredes de la habitación tenían pinchos y se estrechaban cada vez más, el agua que teníamos por los pies iba subiendo de nivel hasta llegarnos hasta el cuello, de los techos salían rayos láser que teníamos que ir esquivando…. Bueno… tal vez me haya emocionado un poco en este tramo…

Entonces fue cuando la voz del Gran Hermano nos dijo, “Come on in, you can take your staff” y nos devolvió los pasaportes. Comprobamos al recoger las cámaras que habían estado viendo todas las fotos, incluyendo esas con Yasser Arafat.
Diego sostiene que le robaron dinero y que son los culpables de que toda la ropa de su mochila esté sucia. Ingenuos de nosotros, pensábamos que nos estaban lavando y planchando la ropa para entrar elegantes en el estado de Israel. ¡Que decepción!, ¡Que locos están estos Judíos!

Mientras recogimos todas nuestras cosas sin lavar ni planchar, el cabrón de Gran Hermano no hacía más que meternos prisa. ¡No te jode!, Después de media hora esperando a que veas todas nuestras fotos!!

Pensábamos que ya estaba, que al final del túnel ya veríamos la luz del pueblo elegido. ¡Las ganas!, aún nos quedaba lo peor. Los interrogatorios del Mossad.

1 comentario: