sábado, 17 de octubre de 2009

Territorios Ocupados. Econonía Colonial


Creo que ya hemos comentado un poco la relación de Israel con los territorios ocupados.

Después de la guerra de los seis días (1967) Israel toma control físico de la franja de Gaza y Cisjordania. Israel no sólo controla las infraestructuras de estos territorios sino que controla también sus fronteras con todos los países circundantes, Jordania y Egipto.
Con este control de fronteras dispone de un parque de mano de obra barato que puede ir a trabajar a Israel volviendo por las noches a los territorios ocupados, además de un mercado en el que poder exportar sus productos con un monopolio total.

Todo funciona relativamente bien para Israel hasta que la lucha por Palestina se traslada desde las fronteras exteriores (Ataques de la OLP en Jordania, Guerra  de Yom Kippur, Guerra del Líbano) al interior del país con el comienzo de la primera Intifada (1987-1991).

El mayor descontrol empieza a darse en Gaza con una población imposible de controlar que se va orientando cada vez más al radicalismo islámico. Por lo que Sharon acaba realizando la desconexión de Gaza.*

Para Egipto, abrir las fronteras al radicalismo islámico, fortalecería  los radicalismos ya presentes que se oponen al régimen pro-americano. (De hecho Egipto colabora en el entrenamiento de miembros de Fatah en la guerra civil palestina).

Por otro lado, para Israel, permitir que Gaza mejore económicamente sería como reforzar al enemigo en casa. Una especia de Cuba para EEUU.

La solución por tanto por parte de Egipto como de Israel es cerrar absolutamente todas las fronteras. Israel las del Norte, Oeste y Mar y Egipto la frontera del sur con el objetivo de castigar a Hamas.

Esto hace que Gaza no tenga ninguna posibilidad de conexión con el exterior. A parte de que se cancelan las ayudas económicas de EEUU y EU, Israel cierra las fronteras para evitar que cualquier suministro pueda llegar a Gaza.
Con esto se consigue que Gaza se empobrezca cada vez más y por lo tanto que se radicalice aún más.

La situación en Cisjordania, por el contrario no es tan radical. Con el apoyo Americano y de Israel se mantiene el gobierno de Fatah y siguen entrando ayudas internacionales.

A pesar de lo caro que debe de ser el gasto del ejército para mantener Cisjordania bajo control parcial, aún debe de ser económicamente rentable para Israel, utilizando su mano de obra barata y vendiéndoles productos manufacturados en monopolio.

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