Al igual que el domingo nos levantamos completamente asfixiados de calor en la habitación de ocho tíos en la que yo creo que no había oxígeno para todos.
Este día no teníamos nada que hacer hasta que quedásemos con Efraim a las seis y media de la tarde, así que nos fuimos a la playa a tomarnos las cosas tranquilamente. Por un día al menos, no andar demasiado y no coger ningún bus.
La playa de TelAviv es bastante del estilo a las playas de Benidorm, totalmente abarrotadas. Por un lado tienes a todas las familias con padres, hijos y abuelos y por el otro tienes a todos los chavales que han ido a un sitio donde poderse bañar un poco e irse a emborrachar por la noche hasta las tantas en un sitio barato.
Tal vez los judíos fueron el pueblo elegido, pero esas elecciones fueron hace seis mil años, creo que si se vuelven a hacer otras elecciones tienen menos posibilidades que ZP.
Diego y yo estuvimos haciendo nuestra propia selección dando un paseo por la playa y se salvaban muy pocas chicas y ningún tío.
Toda la costa de TelAviv está además plagada de rascacielos de los años setenta, muy feos y con un aspecto totalmente decrépito.
La verdad es que teníamos muchas esperanzas depositadas en la capital del Pueblo Elegido, pero ha sido decepcionante, tanto la capital como el Pueblo Elegido. Si a esto le sumamos además lo antipáticos que son, creo que se pueden encontrar mejores destinos de veraneo.
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