Tras la inocente fachada de una dulce chica rubia, dentro de su cubículo a prueba de balas, se escondía la más terrible organización experta en interrogatorios. Una vez que la entregamos los pasaportes para, desde nuestro punto de vista, inútil y redundante quinta inspección, nos comunicó que lamentablemente deberíamos esperar un poco de tiempo. Nosotros, inocentemente, la preguntamos ya en tono de sorna si había algún problema a lo que ella, con una sonrisa nos respondió que “ella” no tenía ninguno, pero que su comandante SI.
Al poco rato llegó otro funcionario para llevarse los pasaportes y nos dispusimos a esperar mientras veíamos el rosario de transeúntes palestinos que trataban de entrar en territorio israelí o que intentaban penetrar en zona palestina después de haber estado todo el día de compras para después por la tarde volver con la mercancía hasta sus ciudades con el fin de vender lo que no pueden producir en sus región.
Por encima de nosotros, mientras tanto, patrullaban soldados de un lado para otro armados hasta los dientes a través de unas pasarelas construidas de hormigón desde las que divisaban todo el proceso.
Entonces, tras media hora de espera, fue cuando el famoso “Ojo que todo lo ve” o “Ser Supremo” se hizo presente antes nosotros. Nos llamó de uno en uno. Primero me presenté yo a la cita (Diego). Se presentó como agente de seguridad a cargo del checkpoint y diciendo que quería hacernos unas preguntas para su ulterior verificación.
Yo personalmente no he estado presente en ningún interrogatorio de la GESTAPO, pero por las escenas de películas me pareció que se asemejaba mucho. Preguntas simples que se repetían unidas a preguntas de obvias respuestas. A continuación la transcripción más o menos fidedigna de las secuencia del interrogatorio absurdo:
GESTAPO: ¿Qué hacéis en Israel?
Diego: Hemos venido de vacaciones.
GESTAPO: ¿Cuánto tiempo lleváis?
Diego: Aproximadamente cinco o seis días.
GESTAPO: ¿De donde venías antes?
Diego: De Jordanía
GESTAPO: ¿En donde habéis estado?
Diego: En Jerusalén.
GESTAPO: ¿De donde venís hoy?
Diego: De Nablus, y luego hemos pasado por Jenin.
GESTAPO: ¿Dónde habéis dormido?
Diego: En un hotel. Al – Yasmeen
GESTAPO: ¿Qué habéis hecho en Nablus?
Diego: Turismo
GESTAPO: ¿Dónde queréis ir ahora?
Diego: A Nazareth y Haifa y Tel-Aviv
GESTAPO: ¿Para qué?
Diego: Turismo
GESTAPO: ¿Hasta que día os quedareis?
Diego: Tomamos el avión de vuelta el día dieciocho.
GESTAPO: ¿Habéis dejado vuestras maletas desatendidas en algún momento?
Diego: No, solo en la habitación del hotel.
GESTAPO: ¿Qué hotel? ¿Cómo se llama?
Diego: Al-Yasmeen
GESTAPO: ¿Hay alguien que te haya dado un paquete o un regalo?
Diego: No.
Más o menos fue así. Al final dijo: “llama a tu hermano, que venga” a lo que yo le contesté: “No es mi hermano, es mi primo, pero viene ahora mismo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario